Desde hoy aparezco en el Registro de Ciudadanos Curiosos de la ciudad de Barcelona, gestionado por la Guardia Urbana.
Hace apenas una hora, mientras Eli y yo paseábamos por la Rambla después de cenar, nos hemos parado a observar cómo tres agentes de la Guardia Urbana se dirigían a un grupo de seis adolescentes que había apoyados contra una pared de Cardenal Casañas, tocando ya con la Rambla.
Los chavales no han llamado mi atención por su mal aspecto, actitud incívica o algún otro pecado, sino porque la patrulla se ha dirigido a ellos con tal decisión que no he podido evitar mirarlos buscando su delito. Es cierto que uno de ellos había escondido una china de chocolate (lo he sabido cuando los agentes ya se habían ido) pero puestos a buscar droga los señores agentes podían encontrarla en mayor cantidad mirando en cualquier otra dirección.
Ante el ímpetu con que los urbanos se han dirigido a los afortunados jóvenes mi amiga y yo nos hemos parado a curiosear. Primero con curiosidad, desde una distancia prudencial mientras los urbanos desarrollaban el primer acto (dos de ellos pedían la documentación mientras el tercero, retirado unos metros del centro escénico, controlaba los transehúntes en plan "tú qué estás mirando?"). Después suspicazmente, acercándome hasta la primera fila, mientras cacheaban a los chicos y revisaban el contenido de sus mochilas (segundo acto). Cuando el tercer acto iba a comenzar y yo estaba muriéndome por aplaudir el agente del "tú qué miras?" me ha preguntado si tenía algún interés especial en aquellos chicos o si los conocía de algo.
- No, no los conozco. Pero tengo curiosidad como ciudadano.
- Pues déjeme su DNI, por favor.
- Tenga el mío también, ¿para qué los quiere? - Dice Eli.
- Porque yo tengo curiosidad por saber quién es este señor que tiene curiosidad.
- Pues aquí tiene, cómo no. Cuál es su nº de placa, por favor? - Yo.
- Aquí está, en la chapa. - Mientras toma nota de mi DNI en su libretilla y yo tomo nota de su nº de placa en la agenda de mi amiga.
- Gracias.
- Gracias a usted.
Al cabo de unos minutos los agentes se han marchado y el suceso no ha sido más que una anécdota gracias a la cual he entrado en el Registro de Ciudadanos Curiosos de la Guardia Urbana.
Está claro que el RCC (Registro de Ciudadanos Curiosos) es de máximo interés social, igual que el control de chavales que fuman porros. Sí señor. Mucho más que los proxenetas y mafias que chulean a las prostitutas africanas que están diez metros más abajo. Bastante más que la inseguridad que viven los vecinos unas calles más adentro. Y, por supuesto, infinitamente más que la descarada oferta de drogas para la que sólo hay que mirar a los ojos a alguien que esté parado en cualquier otra pared (aunque eso sí, él solo y con algunos años más que un adolescente).
Plas, plas, plas... (aplauso).
Créditos... Una comedia en 4 actos de "Autoridades de Pacotilla Jamás Serán Vencidas".
¿Os ha gustado la obra?
2 comentarios:
Realmente es impresionante lo chulos que se llegan a poner los urbanos cuando están cacheando a alguien. Y como bien dices, si buscan drogas, porque no buscan donde realmente saben que la encontrarán?? No, es más fácil perseguir a cuatro "niñatos". Qué pasa? Que así justifican el sueldo??
Me avergüenza pensar que a estos individuos les pagamos para que nos protejan y no hacen otra cosa que privarnos de nuestra libertad de expresión, de realizar lo que queramos donde queramos (sin hacer daño a nadie, claro).
Me uno a tu opinión, añadiendo además que conozco a alguien que es policia nacional y de Madrid....podría escribir un best seller, sólo con el abuso de poder que he visto en ciertas ocasiones...indignante, si.
Pero, según lo que yo conozco, no se trata tanto de justificar el sueldo... resulta que en ocasiones, son especímenes de Macho Ibérico, a veces cuadrúpedos incluso, en ocasiones se mantienen en bipedestación, aunque les cueste todavía... y simplemente se rigen por el ego, el "yo por encima de nadie" "
No te preocupes, porque ellos no tienen solución.... nosotros sí, con nuetros más y nuestros menos, pero sí.
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